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El Índice de Precios al Consumo (IPC) de EE.UU. subió dos décimas en diciembre hasta el 2.9 % con respecto al dato de noviembre.
El año 2024 terminó lejos del objetivo del 2.0% y con un repunte que complica el ritmo de bajas de tasas de interés iniciado en septiembre por la Reserva Federal (Fed).
El dato subyacente del IPC (versión Core), que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, se redujo una décima en diciembre hasta el 3.2%.
En términos mensuales, el dato de inflación subió un 0.4%, por encima de lo previsto por el mercado y de los datos de los últimos meses, después de subir un 0.3% en noviembre, mientras que, en términos subyacentes, las alzas se moderaron del 0.3 % de noviembre al 0.2% en diciembre.
Las expectativas de inflación a largo plazo de los consumidores estadounidenses subieron a su nivel más alto desde 2008 ante la preocupación por los posibles aranceles de la administración entrante de Trump.
Los norteamericanos esperan que los precios suban a un ritmo anual del 3.3% en los próximos cinco a diez años, por encima del 3.0% previsto el mes pasado, según la encuesta preliminar de enero elaborada por la Universidad de Michigan.
También ven que los costos subirán un 3.3% durante el próximo año, es decir 0.5 puntos porcentuales más que en diciembre.
Como resultado, el índice de sentimiento preliminar de enero bajó a 73.2 puntos desde los 74 puntos.
El Banco de Japón (BoJ) elevó su tasa de interés clave a corto plazo en 25 puntos básicos hasta 0.5%, el nivel más alto en 17 años, en línea con las expectativas del mercado.
El movimiento reflejó el impulso de aumentos salariales y un progreso constante en la inflación, marcando el tercer incremento desde que el banco central terminó con tasas negativas en marzo de 2024.
Mientras tanto, en su perspectiva trimestral, el BoJ elevó sus proyecciones de inflación subyacente al 2.7% para el año fiscal 2024, desde el 2.5% estimado en octubre, citando una creciente escasez laboral.
Se proyecta que la inflación subyacente modere al 2.4% en 2025 y al 2.0% en 2026.
Paralelamente, el banco central redujo ligeramente su previsión de crecimiento del PIB para 2024 a 0.5% desde el 0.6% anterior. Las perspectivas de crecimiento permanecen en 1.1% para 2025 y 1.0% para 2026.
Los principales índices bursátiles de EE.UU. se manifestaron con ganancias en el mes de enero de 2025. El Dow Jones Industrial subió un 4.7%, seguido por el S&P 500 que ganó 2.7%. El Nasdaq 100 tuvo un alza de 2.2%, mientras que el Nasdaq Composite subió 1.6%.
En Europa, las principales bolsas se mostraron en alza en el primer mes de 2025, con la bolsa de Alemania subiendo 9.2%, seguida por la bolsa de Suecia que ganó 8.6%, la bolsa de Francia (7.7%), de Italia (6.7%), de España (6.7%), y del Reino Unido (6.1%), entre las más importantes.
En Asia, la bolsa de Corea del Sur fue la que más subió en enero (4.9%), seguida por la bolsa de Australia (4.4%), de Hong Kong (0.8%), y de Japón (índice Topix) que ganó 0.1%. Sin embargo, terminaron en baja, las bolsas de China (el índice Shanghai Shenzhen y Composite), que perdieron -3.0%, respectivamente, la bolsa de India (-0.8%), y de Japón (el índice Nikkei) que también bajó -0.8%.
En Latinoamérica, la bolsa de Colombia que se destacó en enero con un alza de 10.3%, seguida por la bolsa de Chile (7.3%), de Brasil (4.9%), de México (3.4%), y de Argentina (1.2%). La bolsa de Perú sólo subió 0.1%.
Todos los rendimientos del mes de enero de 2025 son en moneda local. Los datos presentados son con base a la información pública más reciente.
Principales índices
Panamá al día
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Panamá cerró el año 2024 con un incremento acumulado del 0.7% y una variación interanual negativa del -0.2%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). Entre noviembre y diciembre, los precios subieron un 0.2%.
La deuda total de Panamá cerró 2024 en $53,736 millones, aumentando $6,848 millones respecto a 2023. La relación deuda/Producto Interno Bruto (PIB) subió a 61.6% desde 56.4% en 2024, acercándose a la proyección de la agencia Fitch del 63.5% para 2024, con una tendencia de crecimiento continuo.
La construcción, actividades financieras y minería lideran la pérdida de empleos formales en el mercado laboral, según el INEC. Entre agosto de 2023 y octubre de 2024, la población ocupada cayó en 14,454 empleos, mientras la población económicamente activa creció a 2.12 millones, con 32,530 personas más buscando trabajo.
Las exportaciones panameñas han mantenido una tendencia positiva en 2024, a pesar de la suspensión de exportaciones de cobre debido al cierre de la mina, y según datos del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), durante los primeros 11 meses, el valor de las exportaciones aumentó un 6.4% en comparación con el mismo período de 2023.
La economía panameña crecería 4.0% en 2025, pero enfrenta desafíos por un alto endeudamiento y la meta de déficit fiscal. Además, temas como la reforma de la Caja del Seguro Social y la gestión del agua para el Canal serán clave.
Los datos presentados son con base a la información pública más reciente.
Conozca más sobre inversiones
¿Qué son las expectativas de inflación?
Las expectativas de inflación se refieren a la inflación futura que los agentes económicos anticipan en el presente.
Estas expectativas son cruciales porque influyen en el comportamiento del consumidor, sirviendo como base para las decisiones de gasto e inversión actuales.
Por ejemplo, si un consumidor elige si compra o no un nuevo automóvil hoy o más adelante, en función de las expectativas de inflación que tenga: si piensa que la inflación será muy alta, comprará hoy, mientras que si cree que la inflación será baja, puede que pospongamos nuestra decisión de compra para más adelante.
Si las empresas piensan que la inflación será baja, incrementarán los precios de sus productos a menor ritmo. Igualmente, si los trabajadores creen que la inflación se va a mantener en niveles bajos, demandarán menores alzas en su salario. Así es como las expectativas de inflación afectan a la inflación en el presente.
Las expectativas de inflación no pueden observarse, pero se pueden estimar mediante encuestas o instrumentos financieros cuya remuneración está ligada a la inflación futura.
Cuando el objetivo de inflación del banco central es claro y predecible, los ciudadanos anclan sus expectativas a dicho objetivo, lo que favorece a la estabilidad de precios. En cambio, si las expectativas se alejan mucho del objetivo del banco central, será más difícil lograr que la inflación se estabilice en torno a su objetivo.